Un niño + una ceibalita parece ser la fórmula que me hace llorar estos días. Me emociono, se me quiebra la boca entre sonrisa y alguna lágrima. Parezco boba, parece tan cliché y sin embargo, es tan efectiva la fórmula.
Ayer hablamos de ponernos las camisetas, de que es política y no un partido de fóbal, de los fanatismos y de la desinformación. Pero es innegable que hay una parte en mí que es pura emoción y no razona tanto. Esa parte mía en estos días recta final se me pone llorona y blandita.
El miércoles me quiero emocionar.
El domingo me quiero emocionar.
Y más allá de los resultados, quiero que se me grabe todo en las retinas, estos son esos momentos históricos que una sabe que está viviendo.
Snaif.
5 comentarios:
Y sí, hay gente que se emociona con cualquier cosa.
No me hagas hablar Federico de los Santos.
Bueno.
Todos nos vamos a emocionar. Por ahí nos cruzamos mañana, sin conocernos :P
Un beso.
Si estoy entera voy :)
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