27 de mayo de 2009

Vos te enamoraste. No, vos no. Ella. A ella le hablo. Y no, no a ella. A la otra.

Primera vez que me pongo contenta por vos en mi vida creo. Ya me habías generado otros sentimientos, como la compasión y como la complicidad no dicha por algo compartido sin querelo.

Pero hoy me puse contenta por vos, porque te enamoraste, o porque andás por el vecindario de ese sentimiento. Porque ya no vas a andar largando lárgimas en la madrugada por cosas que van a ser siempre, invariablemente, titilantes.

Vos andabas necesitando una luz continua y me alegra.

21 de mayo de 2009

Todo al azar

Una vez hace años no entré a clases y me senté en la peatonal al costado de la facultad. Una semana antes ese había sido el punto de encuentro que pautamos con alguien.

Así que encaprichada, repetí la secuencia de la semana anterior y fui y me senté en el callejón. Me senté en un banco a esperar el momento, muerta de frío. Tal vez el destino sí tejía historias y me lo volvía a traer.

Después del segundo cigarrillo me di cuenta de que la idea había sido estúpida. Pero no me fui. Por momentos me daban ganas de llorar pero me las aguantaba porque pasaba gente y me daba vergüenza.

Al cabo de un rato se me acercó un hombre, borracho y sucio, y me preguntó algo. No le entendí y le pedí que me repitiera la pregunta. Quería saber si estaba en situación de calle.

La persona que yo esperaba nunca dobló la esquina, y sí... Estoy en situación de calle, pensé.

7 de mayo de 2009

The Prestige




6 de mayo de 2009

sunday bloody sunday

Ladra Peñarol (el perro del barrio). Es amarillo cruza y ladra y ladra. Salgo al balcón a ver qué pasa. Es domingo y son las 8 de la noche, no hace frío... está raro. Como cuando se viene LA tormenta (pero después la tormenta nunca llegaría). Me duelen las piernas de andar por la Quebrada de los Cuervos y hacerme la loca. Lo miro a Peñarol como diciendo a ver, mijo, qué pasa?. Nada. Peñarol le ladra a la nada... perro caprichoso.

Pasan unos planchas hablando de algo de un tal Indio. Miran al balcón y yo me hago la boluda (para evitar el sale una moneda ahi?). Pasan los tambores también, que van a la Quicuyo. Generalmente se juntan los miércoles y los sábados, pero este domingo hay tambores. Hace meses que estoy por ir a curiosear. He pasado en auto y pinta bien... pero no consigo escolta.

Aprovecho para regar las plantas, tan deprimidas por mis olvidos. Miro las vías y pasa el tren, tiembla el suelo. En Sayago nadie le da pelota al tren, pero que sea cosa de todos los días no quita lo poético. Yo lo adoro.

Clap, suena la tapa del contendor. Uno hurga la basura y yo también hurgo otras cosas en mi cabeza desde el balcón. Ayer pensé en dibujar de nuevo y las hojas porosas y los lápices blandos me están llamando. Dale, dale. Sale la vieja de mierda de la planta baja, me mira sin saludarme: yo ídem. No me querés, yo no te quiero. Vieja al pedo que cuenta cada vez que se me cae algo al piso, o anda escuchando si ando de tacos, o si me junto a jugar a la conga con mis amigas.

Tengo estas cosas en mi cabeza para hurgar. Y tengo MI casa y MI cocina finalmente. Y tengo plantas en mi balcón. Y balcón, para mirar el barrio los domingos de nochecita.