17 de febrero de 2009

Me encantan las películas románticas bien light, las yankees, que siempre tienen el mismo inicio - desarrollo - conflicto - solución del conflicto - final feliz. Por lo general a alguien le rompen el corazón, y llega la parte en que ese alguien se va a San Puta para olvidar. Una oferta de trabajo, la posibilidad de empezar de nuevo, los yankees se toman los vientos para otro estado y chau que te vaya bien, hoy arranco una nueva vida.

Pero siempre, siempre (y si no agarren cualquier película del género) cuando el personaje con el corazón roto se está yendo a San Puta, aparece la otra mitad, la media naranja en el aeropuerto, en la terminal, en donde sea, y por medio de algún gesto super peliculero, se gana el corazón ya-no-roto de quien se iba.

Yo medio que me fui (bah, intenté irme) a San Puta por unos días. No tengo la chance de arrancar una "nueva vida" sino de volver a la mía sin X. San Puta estuvo bien. El sol estuvo bien, los amigos bien, el aire... y la cabeza ocupada en aquello otro, bien de bien. Pero nadie me golpeó la ventanilla del bondi. No apareció nadie en tres cruces gritando a los cuatro vientos. Ni el sms me contestaron.

Creo que todos tenemos un momento escapada a San Puta en nuestras vidas.

2 comentarios:

Walter Hego dijo...

Ceci: Dudo que estés de humor para un entretenimiento ligero que no es ni por asomo una escapada a San Puta. Pero considerando que todo entretenimiento es una suerte de escape, por corto que sea, cuando tengas tiempo y ganas vichate este acertijo visual para anglohablantes, a ver si lo sacás.

Casandra dijo...

Se te olvida un detalle....y es que en las pelis los actores dicen lo que piensan, sin pensar en cómo quedan, no matter what.